Un mundo de pósters

   De pronto te encuentras con una gran pared, vacía, que te está pidiendo algo y... no acabas de ver claro qué es. Cuadros, fotografías, ... las opciones para dar vida a esa pared son múltiples, y por supuesto, dependerán del gusto de quien vaya a disfrutarla - visualmente hablando -, pero ¿qué tal si utilizamos un póster?

   Un póster de gran tamaño es perfecto para lucir sobre una pared de dimensiones considerables. Como lo veremos a menudo, hemos de encontrar una imagen que nos entusiame, que encaje con la estancia y con el clima que deseamos percibir en la misma.

Techos altos en una estancia de paredes turquesa, idónea para
 recibir el cartel gigante estilo retro de Design Sponge. Sobre
la moqueta roja, destaca la butaca vintage de estilo inglés.

Dormitorio en el que una escena de cómic se hace protagonista
"camuflando" las puertas del armario; vía Bricolaje10

   Existe la posibilidad de cubrir totalmente la pared por esa escena que nos ha embriagado, quizá una imagen de una ciudad que nos rememora unas vacaciones maravillosas pueda ser la protagonista del espacio.

Blanco y negro: el póster cubre la pared del cabecero,
adquiriendo el protagonismo en este dormitorio.

Dormitorio con atardecer en las pirámides. Líneas
 sobrias y un toque de color en el mobiliario.

   Otra posibilidad es emplear varios pósters, en lugar de uno solo. En general, lucirán más cuanto mayor sea su tamaño, siempre teniendo en cuenta que éste debe adaptarse a las dimensiones de la pared/estancia.

La diversidad de imágenes es la clave en esta oficina;
vía Wunder kammer inspiration

   Las imágenes de los pósters también pueden ser de "cosecha propia", creados por nosotros mismos. La distribución en la pared puede organizarse de forma alternativa, superponiéndolos, orientándolos en distintos sentidos, de forma que la suma final se transforme en una única obra. 



Composición de pósters, en la que también
se superpone un marco; vía ARQHYS

 ¿Con qué imágenes "empapelaríais" vuestras paredes?

Lucy B.